Acércate al Señor genuinamente.

Querida amiga, El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Pero también es Juez, y un juez justo.

Este versículo siete, se halla en el primer capítulo de Nahum, que habla sobre la ira vengadora del Señor. Esta hermosa promesa se anuncia en medio de un mar de juicios.

Lo que me llevó a pensar que Dios estaba advirtiendo que a Él no se le escapa nada y que Él no dejará sin castigo al culpable.

Precisamente en estos tiempos de angustia, muchos acuden a Su nombre y poder. La pregunta es ¿Cuántos lo hacen genuinamente?

Así como es bueno recordar que el conoce a los que confían en Él y les fortalece, también debo recordar que Él es hacedor de justicia y que el odia la mentira y la falsedad.

Por lo tanto, el hombre no debe permitir al miedo ser una herramienta de la hipocresía y solo acercarse a Dios por un beneficio. El miedo puede convertirse en un arma de doble filo.

La genuinidad es una cualidad que ama Dios con todo su corazón, es un don que proviene de Él y que imparte en aquellos que de verdad le buscan.

Por lo tanto, es tiempo de evaluar verdaderamente cuales son mis intenciones al momento de acercarme a Dios.

Recuerdan cuando Job dijo, ¿aceptaremos del Señor el bien y no el mal? Job 2:10, ese versículo siempre suena fuerte en mi mente y corazón. ¿Por qué razón? Porque sé, que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Rom 8:28)

Lo que me indica que el sufrimiento no es un acto negativo de parte de Dios, sino una forma de trabajar por el bienestar mío. Así que, amada, ¿estás dispuesta a sufrir por Cristo?

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.