top of page

Mujer, sé pacificadora

Continuando con nuestro tema “La mujer Bienaventurada, un carácter del otro mundo” hoy veremos “Mujer, sé pacificadora” Mateo 5:9 dice “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”


Una mujer pacificadora anhela estar en paz con Dios y con las personas que la rodean. No por un momento, sino cada día de su vida asegurándose de hacer la voluntad del Señor.


Ella interviene en la acción de buscar la paz, no es meramente un sentimiento anhelado desde la comodidad o posición que más le convenga; tampoco busca la paz, sin importar lo que le cueste, sino de la manera que el Señor le ha enseñado, a través del sacrificio y el amor.


Ella sabe que esa paz solo Dios la otorga a aquellos que han llegado a sus pies con corazones contritos y humillados.


Por lo tanto, este versículo espiritualmente habla de ciertas acciones que una mujer pacificadora posee:


1. La mujer pacificadora busca como primera instancia estar en paz con Dios: Se esfuerza por lograr armonía en todas las áreas de su vida, como reflejo de la paz que Dios da a sus hijos.

2. No concentra su bienestar y tranquilidad en las riquezas materiales: Ella entiende que la paz es un tesoro espiritual que ningún ente material o persona le puede brindar.

3. No anhela solo el final de un conflicto, sino que busca la sanidad entre las personas, la cual terminaría a los pies de Jesús, lo que quiero decir es que anhela la conversión de su prójimo.

4. Mantiene la paz con sus semejantes y aquí no solo incluye a sus familiares y amigos, sino también a los que se pudiesen llamar sus enemigos.

5. Está dispuesta a soportar agravios y de dejar a un lado sus propios intereses, porque su corazón se orienta a los demás y considera con detenimiento como afectaran sus acciones al reino espiritual.

6. Está dispuesta a sufrir para que la paz reine y Cristo sea glorificado.


Es entonces cuando esta noble mujer es llamada “hija de Dios” y aquí no me refiero, a que estas acciones la harán hija de Dios, porque ella ya es una hija del Padre celestial y ciudadana del reino de Cristo; Lo que quiso decir el Señor aquí, es simplemente la manifestación pública de lo que un día Él hizo en secreto con esa mujer, cuando transformaba para siempre su corazón que estaba de rodillas y humillado ante Él.


Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.



3910 visualizaciones2 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

2 Comments


Amén me encantan estas reflexiones

Like

Sandra Martinez
Sandra Martinez
Sep 12, 2021

Dios les bendiga mu buenas reflexiones

Like
bottom of page