“Amada, depende solo del Señor”

Amiga, con tres ilustraciones el Señor quiere confrontar nuestros pensamientos y actitudes frente a las preocupaciones, como también alentarnos y enseñarnos a depender de Él:

1 La ilustración que trata sobre las aves del cielo:Ellas ilustran el cuidado de Dios para con sus criaturas y nos predican cuan innecesario es vivir en constante ansiedad y preocupación. El Señor nos describe que ellas no siembran, ni siegan, y sin embargo Dios las alimenta. Querida, En la jerarquía de la creación del Señor, valemos mucho mas que las aves, y podemos esperar con seguridad que Dios tendrá cuidado de nuestras necesidades.

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Ahora bien, esto no quiere decir que no se debe trabajar para suplir las necesidades presentes. Pablo nos recuerda en 2 Tesalonicenses 3:10 lo siguiente: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” mucho menos llegar a la conclusión de que un campesino no debe sembrar, cosechar y almacenar. Estas son actividades necesarias para la provisión del presente.

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Lo que el Señor Jesús prohíbe es la multiplicación de los graneros con la intención de proveer a la seguridad futura con independencia de Dios, además debo añadir que para Dios no hay nada imposible multiplicar nuestras provisiones, cuando el de antemano conoce las intenciones de nuestro corazón de compartir con los demás.

2 La ilustración sobre añadir centímetros a nuestra estatura: con esta el Señor nos quiere enseñar que la preocupación ansiosa no solo es una deshonra para el Señor, sino que además es inútil.

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Una mujer de mediana estatura no puede añadir pos sí misma mas centímetros. Sin embargo, figurativamente sería más posible llevar acabo esta acción que traer a la existencia todas las provisiones necesarias futuras al presente y a nosotras.

3 La ilustración del vestido de los lirios del campo: Consecuentemente el Señor trata con lo irracional, como preocuparse porque vestiremos en el futuro, o si este será suficiente.

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Los lirios del campo, no se fatigan, ni hilan, sin embargo, su hermosura sobrepasa a la de las elegantes vestimentas del rey Salomón. Si Dios puede dar un ropaje tan hermoso a las flores silvestres, que tienen una breve existencia y luego son usadas como combustible en el horno doméstico. Desde luego que cuidara de nosotras, las que le adoran y le sirven.

Oremos! Señor haznos entender que fuimos creadas por tu voluntad y que tu eres nuestro Padre, por lo tanto, eres tú quien cuida y provee en todos los sentidos para nuestras vidas.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.