“Mujer, no te afanes por el mañana” INTRODUCCIÓN

La comida, la bebida, y el vestido son 3 necesidades fundamentales en nuestras vidas, que a su vez se convierte en una preocupación principal del ser humano a largo plazo. Sin embargo, el Señor Jesucristo nos manda a “No preocuparnos por estas cosas”, no a ser irresponsables incumpliendo con nuestros deberes; sino a “NO” preocuparnos; y esto es lo que vamos a aclarar en este estudio.

Mateo 6:1 dice: “No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

La palabra afán en nuestro léxico significa: Deseo intenso que mueve a hacer una cosa, “afán de lucro" y empeño o interés que se pone en una cosa. Así que, empezando a entender, el afán es un deseo, empeño e interés intenso. Ahora miremos el significado Bíblico: “ansiedad, preocupación y tener cuidado de…”

La palabra afán viene del verbo afanar, y este alude a consagrarse a un trabajo y a realizar una actividad con esfuerzo; Pero también, buscando entre sus sinónimos, hallé que esta palabra tiene mucho que ver con la acción de robar, esto, como consecuencia del afán. Lo que quiero decir, es que tal anhelo por abastecer esas necesidades, puede ser tan intenso, que podríamos llegar al punto de robar o hacer lo que sea para solventarlas.

El afán, por lo tanto, puede ser una labor ardua, que produce cansancio y estrés en nuestras vidas y que influencia nuestros anhelos, aspiraciones, intenciones, y objetivos.

No permitamos que las preocupaciones, el afán, la ansiedad y el estrés de la vida, tome el control de nuestra vida. Creámosle al Señor y dispongamos todas nuestras energías para la labor que él nos ha encomendado. Entreguemos en sus manos todas nuestras necesidades con fe, sabiendo que el es el Creador de nuestras vidas y de todo lo que nos rodea.

Señor ayúdanos a vivir por fe, creyendo en que tú eres y solo tú, quien nos sostiene todas nuestras necesidades básicas. Crea convicciones en nuestro corazón, que nos ayuden a sostenernos en tus mandamientos y enseñanzas.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.