El quinto paso es ¡Deléitate en la Biblia!
Para finalizar estos 5 pasos no podía faltar ¡el deleite! Después de leer, estudiar, escuchar y memorizar, la cereza del pastel termina con el deleite.
Como el profeta jeremías dijo “fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” debe también nuestro corazón como mujeres de Dios, experimentar lo mismo hacia Su Palabra.
La comparación de la Palabra con la comida, es porque esta produce un deleite y una satisfacción enorme en el ser humano; por lo que aún mas debe ser la Sagrada Palabra de Dios que nos dio la vida eterna y vida en abundancia.
El profeta encontraba en ese tiempo de persecución y de situaciones difíciles ánimo y fortaleza en la palabra de Dios, que es el gozo y la alegría de su corazón.
Lo que quiere decir que deleitarse en las Escrituras es una acción que no debe ser condicionada a las circunstancias que estemos viviendo.
El otro caso es el del salmista David quien se deleitaba en la ley de Dios, no solo en sus momentos fuertes, sino en los de alegría. él lo hacía en todo momento y a toda hora.
Amiga, tan solo mira a tu alrededor, observa el cielo, cada espacio, cada ser y la naturaleza. Todo lo que observas fue creado con el poder de la Palabra de Dios. ¿No es Él digno de admiración y de alabanza? ¿No merece Él nuestro deleite y devoción? Claro que si amiga, ¡indudablemente!
H. Emily Cady expresa en una frase muy hermosa quien es el objeto de nuestro deleite “Dios no solo es el que da, sino el regalo mismo”
"Dios no es nuestro tesoro por lo que el nos da, sino por lo que Él es"
Así que, con ese precioso y maravilloso regalo, expresa tu gratitud mediante la oración, mediante tus acciones y deja que El Todopoderoso invada tu vida completamente de Su Palabra.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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