Diciendo NO a la tentación

Hoy comenzamos un tema apasionante que edificará mucho nuestras vidas y enriquecerá nuestro espíritu. Es un estudio basado en la tentación del Señor Jesucristo y se titula “Diciendo NO a la tentación”

Una de las cosas, a las cuales yo le temía en gran manera, antes de convertirme al Señor, era el pecado y la tentación.

Los veía gigantes. No me sentía capaz de vencer al pecado, ni mucho menos la tentación.

Tenía demasiados conflictos internos, batallaba en mis propias fuerzas, siempre terminaba herida y muy lastimada porque el enemigo sabía muy bien cuales eran mis puntos débiles.

Una vez leyendo la tentación de Jesús, muchos velos cayeron de mis ojos como escamas. Es sobre lo que vamos a ver a lo largo de este tiempo.

Pero antes de eso querida mujer quiero que sepas o advertirte, que no nos enfrentamos a enemigo con cachos y cola que te perseguirá por algún callejón. No, el no actúa así

El tiene poder, se viste de oveja siendo un lobo rapaz, él puede hacer milagros, él puede manipular muchas cosas exteriores para engañarte y hacerte caer muy fácil, o hacerte renunciar antes de intentar llegar a Dios.

El conoce las debilidades de nosotras, no por que sea omnisciente, el no es Dios; sino por su gran ejército de ángeles caídos, los cuales son sus vigilantes e informantes.

A él no se le debe temer, mas no se le debe subestimar tampoco, así como Judas lo dejo escrito en el verso 9, donde el arcángel Miguel no se atrevió a proferir juicio de maldición, sino que dejo en manos de Dios su reprensión. Lo mismo debemos nosotras hacer.

Nuestras armas en la lucha cristiana son otras, no carnales ni materiales, sino espirituales.

El primer Adán demostró su incapacidad para el dominio cuando se encontró frente al adversario en el huerto del Edén. Mas Jesucristo el postrer Adán hace frente al diablo en una confrontación directa, y sale sin un rasguño.

El es nuestra principal arma, el enfrento al pecado, resistió la tentación y venció la muerte, la mejor tripleta jamás alcanzada por ningún hombre sobre la tierra y en ninguna generación.

Por lo tanto, no te pierdas esta apasionante serie, para que sepas como decir no, cuando llegue la tentación.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.