Si hablamos literal y fisiológicamente, la pupila se define como un órgano muy delicado que se encuentra en el ojo y está protegida por la córnea y el iris. Sin mencionar que tenemos las pestañas y los parpados que a su vez protegen el ojo.
Podríamos decir que hay una estructura física muy bien diseñada que trabaja y actúa como blindaje para resguardar, proteger, mantener y garantizar el buen funcionamiento de la vista, la cual es el propósito de la pupila.
Bíblicamente, la expresión “La niña de Su ojo” hace referencia a este órgano humano; Así como una persona protege ese vital órgano de la vista, del mismo modo Dios protege a su pueblo.
Por lo que el uso de esa frase en la biblia expresa protección, cercanía o proximidad. Resumidamente es la presencia de Dios y su protección.
Entonces debemos estar seguras, que mientras nuestra confianza, fe y seguridad estén depositadas en el Todopoderoso, nuestro Dios; Él nos guardará, nos protegerá, nos mantendrá y garantizará, que cumplamos con el plan diseñado para nosotras.
Cada movimiento del Señor en nuestras vidas es una forma preciosa de decirnos cuanto nos ama, aun cuando ésta no sean de nuestro parecer, y También es una manera de protegernos, aun cuando creamos que estamos desamparadas.
También debemos tomar conciencia que cuando aceptamos al Señor Jesucristo como nuestro Señor y Salvador; desde ese preciso momento nos encontramos en Dios, no fuera de él, ni al lado, así como la pupila está dentro del ojos, nosotras estamos en el Señor.
Sintámonos seguras de rogar al Señor como lo hizo el rey David en salmos 17:8 y 9
“Guárdame como a la niña de tu ojo; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la vista de los impíos que me oprimen, y de mis enemigos mortales que me rodean”
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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