“El amor hecha fuera el temor”

Amiga, terminando hoy con el tema cerramos con el versículo 6 del salmo 23. Texto que nos lleva a observar el panorama de una vida totalmente dependiente, llena de Dios y alejada del estrés.

Caso contrario es lo que sucede con aquellos que quieren mantener el control de sus vidas, solucionar sus problemas por sí solos y mantenerse en un estado constante de lucha. Lo único que esto aporta a sus vidas es agotamiento físico, mental y hacer crónico el estrés.

El salmista termina con una enseñanza que se resume en tres puntos:

1. “La esperanza de una vida de seguridad y bendición, solo se halla en la presencia del Señor” y esta a su vez, depende de la constancia y permanencia con la que respondamos a Dios.

2. Sumando algo más a este radiante y prometedor futuro, el Señor también te ofrece Su constante lealtad que está llena de Su bondad e inagotable generosidad, prometiendo que no será por un día o algunas semanas, sino por el resto de nuestras vidas.

3. Y por último, siendo la cereza del pastel, nos promete una morada celestial en Su casa real.

Amada quiero argumentar algo muy importante, aunque no estemos viviendo todavía en el cielo, ya que esto es una promesa futura, los que amamos y vivimos al Señor con pasión y fervor lo estamos haciendo a través del Señor Jesucristo quien nos prometió vida en abundancia. Juan 10:10

Amada, lo único que hecha fuera el temor, el pánico, la ansiedad y el terror de tu vida es el puro, constante, sacrificado y benigno amor del Señor. Ese es el verdadero antídoto contra el estrés.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.