La Biblia agudiza tu discernimiento o juicio 2 parte

Consideración #4

El segundo tiempo tiene que ver con mi persona y con 5 requerimientos que son necesarios al momento de proponernos adquirir discernimiento, y estos son:

1. Desear: debemos anhelar la Palabra del Señor.

2. Estudiar: Leer, releer, estudiar, buscar significados etc. Recordemos que la Biblia se interpreta a sí misma, no debemos añadir o quitar.

3. Meditar: la palabra de Dios es el espejo de mi alma, allí me veo tal y como soy, sin máscaras. Meditar en Su palabra me lleva a descubrir en que estoy fallando al Señor, que debo reforzar y que nuevo debo aprender.

4. Guardar: atesorar, mantener, la palabra de Dios en nuestra mente y corazón.

5. Cumplir: la última pero eficaz que cierra este ciclo. Esto es hacer o cumplir la palabra (voluntad) de Dios.

El tercer tiempo tiene que ver con los efectos que produce Dios en el Ser humano en cuanto a su juicio, criterio y discernimiento. La palabra de Dios hace que tu juicio se agudice y te lleve a:

1. Pensar sabiamente: esto se refiere a un pensamiento limpio y completo que proviene del Señor.

2. Reaccionar sabiamente: es activar la calma y la paz que como dice el Señor sobrepasa todo entendimiento.

3. Actuar sabiamente: es tomar decisiones y enfrentar las circunstancias de acuerdo con la sabiduría de Dios.

Querida amiga, en conclusión, la Palabra de Dios es el único medio para distinguir entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso. Es la única manera de estar en sintonía con Dios, de hablar su mismo idioma, de llamar a lo bueno, bueno y a lo malo, malo.

Dice el Señor: !Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Isaías 5:20

Recuerda que las Escrituras son el justo juicio de Dios que limpia alma y purifica la mente.

Por lo tanto, ¿qué esperas para leer la Biblia y adquirir ese tan anhelado discernimiento justo que el Señor nos promete?

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.