Continuando con nuestro estudio sobre la Biblia, Elizabeth George nos tiene algunos pasos muy sencillos que te permitirán extraer los tesoros de la sabiduría de Dios.
El primer paso es ¡Lee la Biblia!
Mujer simplemente léela, ¡Empieza en cualquier parte! La única forma equivocada de leer la Biblia es no hacerlo.
En proverbios 24:30-34 el escritor cuenta, que, al pasar por la viña del perezoso, vio lo siguiente:
1. Los espinos habían crecido: estaba llena de ellos.
2. Las Ortigas y malas hierbas llenaban el hogar.
3. La cerca de piedras estaba en ruinas.
En esta escena el veía ilustrada una lección: Cuando alguien pide un poco más de sueño, una cabezada más, unos pocos bostezos más, puedes estar seguro de que la pobreza te alcanzará como salteador de caminos y como ladrón armado.
Amiga, al igual sucede cuando sucumbimos a la pereza en los asuntos espirituales, he aquí las consecuencias:
1. nuestra vida que es la viña No da fruto para Dios.
2. Las obras de la carne (espinos y ortigas) han tomado el control de nuestra vida.
3. nuestras defensas espirituales (la cerca) están bajas, y el diablo gana terreno.
4. El resultado son la frialdad y el alejamiento que se traduce en la pobreza del alma.
Por lo tanto, la solución a este problema es leer la Biblia: ¿y como lo haces?
1. combate esa pereza espiritual con oración y meditación en el Señor.
2. Pide al Padre por despertar el deseo de sumergirte en Su Palabra diariamente.
3. Ruega por la llenura del Espíritu Santo quien te da control para tomar la decisión.
4. Rodéate de todo lo bueno, Santo y puro para mantener alejado al enemigo y cercano a nuestro Dios todo poderoso.
Entonces y solo entonces verás como leer la Biblia deja de ser una necesidad secundaria y se convierte en la prioridad y vitalidad de tu alma.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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