Mujer, Anhela lo que es bueno y justo

Continuando con nuestro tema “La mujer Bienaventurada, un carácter del otro mundo” hoy veremos “Mujer, Anhela lo que es bueno y justo” Mateo 5:6 dice “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.”

En pocas palabras es tener hambre y sed de lo que Dios requiere, lo que es bueno y justo.

Haciendo una comparación física es la misma sensación de satisfacer el hambre y la sed, cuando se trata de la escasez de pan y agua. Es una sensación fuerte y constante.

Dorothy Kelly Patterson dice: “Dios puso en sus criaturas un hambre insaciable de él, un vacío con su forma que sólo Él puede llenar” donde la justicia equivale a la voluntad de Dios.

Esta particular característica hace que las acciones justas fluyan en el carácter de una mujer bienaventurada, y que a su vez lo hagan natural y genuinamente, controlados por el Espíritu Santo.

Esta característica es continua y debe ser renovada constantemente; así como nosotras necesitamos de recargar energías diariamente mediante la alimentación y el agua.

El estándar divino de justicia es la vida del Señor Jesucristo, nuestro gran Maestro quién nos mostró que el hambre y la sed representan un trayecto de sustento espiritual que nunca acaba.

Sólo esas personas despiertas y consientes en la vida espiritual serán saciadas, alimentadas, satisfechos por Cristo quien es la vida misma, la fuente de vida eterna.

Dios quiere en nosotras una constante llenura espiritual, que nos proporcione nutrición y satisfacción, los resultados los veremos manifestados en la forma de tratar, convivir y relacionarnos con los demás. La manera en que nos comportamos en la sociedad.

Amada, El anhelo de justicia en nosotras es la manifestación constante de la llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas, capaz de dar fruto al ciento por ciento. Frutos que invertirás en la cuenta de tu banco celestial.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.