Proverbios 23:2 dice: “Y pon cuchillo a tu garganta, Si tienes gran apetito” la nueva versión internacional dice: “Si eres dado a la glotonería, domina tu apetito”
La glotonería se refiere a la conducta de una persona que come con ansia y en exceso. Sabemos que la ansiedad no proviene de Dios, ni mucho menos los excesos; ya que estos, demuestran la carencia de dominio propio en la persona.
Lucas 21:34 nos hace un llamado a no dejar llenar nuestro corazón de glotonería y embriaguez. Aquí el escritor, hace iguales ambos estados, porque ambos tienen que ver con la perdida del control. Por lo tanto, es muy importante estar alertas ante cualquier circunstancia de estas, para frenarnos y no pecar.
Pablo en Romanos 13:13 entre líneas compara la glotonería con la oscuridad “Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras”
Mujeres en la biblia la glotonería es sinónimo de corrupción y se compara con la embriaguez, que a su vez es semejante al desenfreno.
Es por eso que la disciplina también tiene que ver con nuestros hábitos alimenticios, esto presupone dominio propio de nuestra parte, y es solo alcanzable por medio del espíritu Santo como un fruto de Él. Debemos vivir en dominio propio como si de este dependiera nuestra entera vida.
Amadas, estamos siendo llamadas a vivir en moderación en todos los sentidos. No seamos presa del seductor quien anda diariamente buscando hacernos caer. ¡Quién podría pensar, que, por medio de la comida, el enemigo nos podría hacer pecar!
Daniel es la clásica ilustración de uno que vivió según este proverbio, rehusando las seducciones del monarca pagano, que sabía que lo corromperían.
La conducta que tengamos frente a nuestros hábitos alimenticios, también da testimonio de quienes somos y esta a su vez, trae gloria o deshonra al Señor.
No se trata de no alimentarnos, ¡no!, la comida es vital para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo; es la energía que necesitamos diaria, para desarrollar todo propósito designado en nuestra vida de parte de nuestro Padre celestial.
Lo que el Señor nos quiere enseñar, es que se trata de comer con moderación y de vivir fuera del alcance de los excesos.
La glotonería no solo influencia nuestro apetito, sino también a otras áreas de nuestro carácter. Si le damos rienda suelta, esas áreas, también querían hacer parte de la fiesta, e intentar dominarnos y eso no es lo que queremos.
La glotonería, además, hace referencia a la codicia. El alimento también puede ser ocasión de pecado, sin mencionar las consecuencias de salud que acarrea comer en exceso y desordenadamente, por lo tanto, el contentamiento también comprende la parte alimentaria.
Hoy la comida ha dejado de ser una necesidad primaria, para convertirse en un lujo desbordante de platos costosos, lujosos y de chefs de renombre; un plato de ellos costaría la semana de alimentación para nuestras familias, eso mis queridas amigas también es exceso y codiciarlo proviene de nuestra carne y no del Espíritu.
Una mujer cristiana, controla los excesos y define sus prioridades con respecto a la alimentación. Ella vive con modestia y moderación, enseñando a su familia a vivir quieta y reposadamente, para dar la honra y la gloria a su Señor y Salvador.
Que el Señor nos ayude a ver el alimento como una bendición y no como una obsesión o lujo que nos desenfoca de nuestro propósito espiritual.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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