El GPS es un sistema inteligente que tiene como fin ayudarnos a llegar a diferentes destinos desconocidos sin importar el medio en el que nos desplacemos. La meta es llegar a la dirección indicada.
Esto me familiariza mucho con un texto bíblico que queda en Proverbios 6:6-8 “Las hormigas, no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Preparan en el verano su comida, y recogen en el tiempo de la siega su mantenimiento”
Así mismo, comparo yo a esas personas que establecen metas para direccionarse en sus vidas. Siempre me han parecido disciplinadas y valientes.
La vida es un camino pedregoso, no liso. Caminar por él, no permite vivir una vida fácil y ligera, las pruebas que hacen parte de él, aunque no las deseemos son muy necesarias. Un motor que nos ayudaría o nos impulsaría a tener el arranque y motivación diaria para cumplir nuestros objetivos, sería en este caso nuestro mejor aliado.
Elizabeth George dice que ese motor son las metas, pero antes que las metas, tenemos el poder del espíritu Santo que habita en nosotros, y aunque El no actúa como por arte de magia, si sabemos que mientras estemos en las manos de Él, nos hallaremos en un proceso de transformación diario.
Las metas son una buena directriz que nos ayudará a superar los obstáculos que se nos presentan en la vida.
Como mujeres de Dios, debemos ser organizadas y disciplinadas, y nos haría muy bien pensar y escribir algunas metas para nuestra vida y descubrirás que las metas:
1. Ayudan a definir el propósito de tu vida.
2. Permiten establecer una serie de prioridades para tu vida.
3. Ayudan a determinar el enfoque de tu vida.
4. Ayudan a impulsar cada día de tu vida.
Por lo consiguiente ¿Qué esperas para hacer tu lista de metas hoy? No importa si eres joven o mayor amada amiga, recuerda que ¡Nunca es demasiado tarde para empezar! Y mucho menos cuando nos hallamos en Cristo.
Una Mujer Cristiana no vive de ilusiones que se las lleva el tiempo, sino de realidades plasmadas en metas y objetivos dispuestos y dirigidos por Dios.
Que el Señor a través del Espíritu Santo, nos ayude a definir metas y objetivos sabios, que traigan a Él gloria y honra, a lo largo de nuestra existencia aquí en la tierra.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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