Mi madre solía decir “no todo lo que brilla es oro” ¡y ella sí que tenía la razón! este mundo no es el oro que pretende ser, su sistema es engañoso, malévolo y frustrante.
¿Sabías que puedes estar viviendo en oscuridad, aunque las apariencias muestren lo contrario?
En mi juventud yo sentía que había hallado una mina de oro (el mundo) la cual debía explotar con mis talentos y demás dotes; pero resulto siendo, al contrario, el mundo terminó explotando mi vida y destrozando mi juventud; sin mencionar que yo puse todo de mi parte para que este hecho fuera todo un éxito.
Amada, el mundo está en las tinieblas del pecado, de la ignorancia y de la irrelevancia. La luz del mundo es Jesús. Aparte de Él, no hay liberación de la negrura del pecado. Aparte de Él no hay conducción por el camino de la vida ni conocimiento acerca del verdadero sentido de la vida y de las cuestiones de la eternidad.
Jesús promete que todo el que le siga de ningún modo andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Seguir a Jesús significa creer en Él. Muchas personas tienen la errada idea de que pueden vivir como Jesús vivió, sin nacer de nuevo, otras piensan que con solo creer basta, más seguir a Jesús significa acudir a Él con arrepentimiento, confiar en Él como Señor y Salvador, y luego consagrar la propia vida a Él.
Amiga, te invito a que reflexiones con sinceridad para el Señor y medites si realmente estas siendo alumbrada por la luz admirable, ósea el Señor Jesucristo, porque si es así, tendrás Su guía en la vida y una brillante esperanza más allá del sepulcro.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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