“Mujer, no temas a la persecución”

Continuando con nuestro tema “La mujer Bienaventurada, un carácter del otro mundo” hoy veremos “Mujer, no temas a la persecución” Mateo 5:11 dice “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.”

Ayer reflexionábamos sobre la persecución por causa de la justicia, hoy veremos la persecución por causa de Cristo, otra característica de los ciudadanos del reino de los cielos.

La persecución a Cristo refleja a la perfección la naturaleza paradójica del reino de Cristo, ya que esta es considerada una bendición, porque nos permite a nosotras como Hijas de Dios identificarnos con los sufrimientos del Señor Jesucristo.

El Rey del reino celestial “Cristo” cuando estuvo aquí en la tierra, sufrió persecución, al igual que todos los discípulos, apóstoles y todos los cristianos que han existido desde la fundación de la iglesia.

La persecución empieza cuando te comprometes con Cristo y se intensifica a medida que el Espíritu Santo te va transformando a la imagen del salvador.

Por lo tanto, nosotras también la experimentaremos en alguna de sus formas.

El Señor explica las tres maneras de persecución y estas son:

1. Vituperar: reprochar e injuriar, esto quiere decir ofender, atentar contra la dignidad, el honor y la credibilidad.

2. Perseguir: ir en pos de, seguir, buscar, en el sentido de que el mundo corría detrás de los creyentes para hacerlos sufrir.

3. Calumnia y mentira: “digan toda clase de mal contra…mintiendo: cuando difaman nuestro carácter o engañen con falsedad.

Así que, amada, No temas para cuando ese momento llegue a tu vida, ni te acobardes, al contrario, se valiente, fuerte y decidida. Recuerda que nuestra promesa es el reino de los cielos. Allí nos está esperando nuestro Padre y Rey celestial.

Debes tener siempre muy claro que quien ama al Señor tarde o temprano sufrirá por su causa, y no es malo sufrir por el Señor, eso fue lo que Pablo, Pedro y los demás escritores de la Biblia inspirados por el Espíritu dejaron por escrito en la Santa Palabra.

Si de verdad le amas, no puedes estar esperando una vida sin tribulaciones, problemas o persecución, en un reino al cual no perteneces.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.