¿Qué es el divorcio para Dios?

Amiga el matrimonio es un noble deseo que todas anhelamos, y lo es aún más, cuando se espera en la voluntad de Dios y entendemos su propósito de honra y gloria para Él.

Sin embargo, mientras muchas esperan por su bendición matrimonial, otras anhelan el divorcio.

Antiguamente, en el pueblo de Israel este era permitido en base a Deuteronomio 24:1-4, allí se trataba del divorcio por “desagrado o incompatibilidad”

Sólo bastaba con dar una carta y quedaba solucionado el problema. Pero ¿Por qué se permitía el divorcio por estas causales en ese tiempo? El Señor responde “Por la dureza de vuestro corazón” Mt 19:8, Así es. ¡Y lo sigue siendo! Y en base de esto prosigo a relatar lo que para Dios significa el divorcio:

1. Para Dios el divorcio nunca fue su propósito para el hombre. Su ideal fue que ambos tanto mujer, como hombre permanecieran casados hasta que la unión sea rota por la muerte

(Ro 7:2-3)

2. Dios odia el divorcio: en Malaquías 2:16 dice: “Yo aborrezco el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel” refiriéndose al divorcio no escritural, ya que Él se describe así mismo como divorciándose de Israel (Jer 3:8) ya que el pueblo lo abandonó por los ídolos. (Israel le había sido infiel)

3. El divorcio está prohibido excepto cuando una de las partes ha sido culpable de inmoralidad sexual. Nota en Marcos y Lucas, se omite la cláusula de excepción.

Por lo tanto, querida amiga, el Señor permite el divorcio más no lo ordena.

Pablo habla también de la aceptación del divorcio en el caso de abandono por parte del no creyente, el aclara que en este tipo de situación el creyente “No está sujeto a servidumbre”

Por lo que querida amiga si estás pensando en divorciarte sin causa escritural, piénsalo muy bien, porque harás que tu compañero, al quedar libre, quiera formar familia nuevamente, y entre en adulterio, así como también su nueva compañera. No solamente pecas tú, sino que haces pecar a terceros.

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.