¿Qué dios hay entre los dioses de estas tierras que haya librado su tierra de mi mano, para que Jehová libre de mi mano a Jerusalén? Estas palabras fueron pronunciadas por Rabsaces en Isaías 36:20 quien siendo enviado por el rey de Asiria Senaquerib iban a invadir las ciudades fortificadas de Judá.
Estas palabras tocaron profundamente mi corazón y reflexionando sobre la aplicación de este texto a nuestros días, me llevo pronto a escribir esta reflexión.
Cuantas de nosotras hemos tenido que oír burlas a nuestro Dios o ver como blasfeman Su nombre. Cuantos lo maldicen y nos miran con fastidio por llevar Su Santa Palabra.
El Rabsaces de este tiempo sigue y seguirá existiendo hasta que se cumpla toda la palabra del Señor. A nosotras no nos queda mas que seguir confiando y alabando al Señor aun medio de este tipo de dificultad, porque:
Quien en su imprudencia puede retar al gran “YO SOY”
Quien será tan necio como para minimizar Su grandeza y poder
Quien osaría retarle con ignorancia y arrogante atrevimiento ¿Quién?
Sin duda es alguien rebelde y necio de corazón, que no le quiere conocer e ignora Su alcance omnipotente.
Aunque es imposible negarle, porque Su obra cuenta a gritos Su existencia
Su sabiduría y conocimiento están plasmados en el lienzo de Su creación donde Su dedo como pincel pintaba cada detalle. (Inspirado en Job 9:4-14)
Oremos por todos aquellos que endurecen sus corazones para con el Señor, hagamos la Santa palabra viva a través de nuestras vidas respondiendo con amor, pueda que algún día por la misericordia de Dios ellos sean salvos y puedas tu honrar el nombre de Dios al haber sido usada como instrumento de Su gracia.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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