Utiliza tus manos para el bien!
Cada vida humana es de infinito valor para Dios. Él lo demostró pagando un precio infinito por nuestra redención en el Calvario. La institución de la pena capital en Genesis 9:6, refleja la actitud de Dios acerca del homicidio.
Literalmente el versículo va dirigido a todo homicida, a esas manos que van dirigidas por el mal para cegar la vida de otra persona.
Tal vez nos sentiremos libres de culpa al pensar: ¡bueno yo no he quitado la vida a otro¡; y que alivio que así sea, porque es mandato de Dios para todo ser humano.
Pero con el paso del tiempo el homicidio se ha estado disfrazando de muchas maneras; voy a enumerar unas cuantas, porque la lista podría ser amplía:
1. El aborto: Pretender negar la vida desde el momento de la concepción (Jeremías 1:5) “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
2. En defensa propia: cuando se es atacado por otro. (1 Samuel 24:12) Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti.
3. Inestabilidad emocional: cuando hay carencia de estabilidad y autocontrol (Santiago 1:8) El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Por lo que hay total ausencia de dominio propio y control.
4. El que aborrece al hermano: odiar a otra persona, “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” Mateo 5:21-22.
El Señor Jesucristo siempre ha ido más allá de lo que los hombres llaman justicia, porque Él es Dios y pesa los corazones. (proverbios 21:2)
Si bien las manos son las protagonistas de la acción, también lo es el corazón, quien, actuando como su motor, las dirige por el camino de la bendición o la perdición.
Por lo tanto, querida amiga, ¿que hay en tú corazón y cuanto bien han sembrado tus manos hoy?
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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