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Foto del escritorTania M Olsson

Seis cosas...y aún siete

Testifica siempre la verdad


Cuán importante es para el Señor que testifiquemos siempre la verdad. Hemos hablado anteriormente sobre la lengua mentirosa. Dios quiere que nuestro hablar adorne la justicia y la verdad con la certidumbre de la transparencia y la honestidad.


Pero aquí, justo en este texto, se refiere a aquellos que tienen que testificar ante un juicio, comparecer ante las autoridades para vislumbrar la verdad del caso.


Aunque suene algo grande, un juicio lo podemos enfrentar también nosotras. No necesariamente tiene que ser televisado o de alcance mundial. Allí en tu pequeña comunidad o pueblo en el lugar de tu barrio ante aquellos que te rodean en tu diario vivir, podrías estar siendo solicitada a hablar la verdad.


La palabra testificar significa: afirmar o declarar (alguien) una cosa, asegurando su veracidad por haber sido testigo de ello, mientras que el testigo falso es aquel que asegura o declara con veracidad haber sido testigo de un acontecimiento falso o tratar de distorsionar los hechos.


Podremos mentir a un juez aquí en la tierra, pero nunca al Rey, Juez Justo y Soberano, nuestro Dios, porque Él conoce a profundidad nuestros corazones y desvela lo que hay en ellos, Él nos está observando todo el tiempo sin ningún intervalo de tiempo al vacío, Él nos conoció antes de que naciéramos, Él sabía por todo lo que íbamos a pasar y a lo que íbamos a enfrentarnos.


Hay muchos casos en los cuales se puede testificar falsamente, por ejemplo: declarar ciertas condiciones económicas falsas para poder obtener un beneficio del gobierno. Arreglar un recibo para obtener mas dinero en el trabajo. Negar alguna condición de salud solo por obtener ese trabajo deseado. Etc.


No podemos obstruir la verdad porque somos hijas del Señor y somos portadoras de la verdad. Cristo vive en nosotras y Cristo es la verdad, no podemos decir algo y negarlo con nuestros hechos tenemos que ser consecuentes con lo que Dios nos envió a predicar, debemos ser testigos de la verdad.


Querida mujer hablar la verdad en tu diario vivir es una demanda del Señor y lo es aún más cuando tu palabra está de por medio ante terceros, recuerda que no testificas para ti, lo haces para la gloria y la honra del Señor.


Es mejor morir por la verdad y ganar el alma para Dios, que vivir por la mentira en esta tierra que terminará en el fuego eterno de la condenación.


Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.



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