¡Sirve a otros!

Prioridad #2

Dios primero los otros después. Ayer vimos que nuestra primera prioridad es amar a Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas. Hoy Jesús te dice “Y el segundo (mandamiento) es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Así que la vida que realmente cuenta se dirige en primer lugar a Dios, y luego a los demás.

Como podemos ver, las cosas materiales no son citadas aquí por el Señor Jesucristo. Dios es importante y las personas son importantes. Lo material viene por añadidura. Por lo tanto, la segunda responsabilidad del hombre después de amar a Dios es amar a su prójimo como así mismo.

Cuando el Señor hace la comparación de “como así mismo” está indicando que todos esos cuidados y comodidades por los que tanto trabajamos y exigimos, sean dirigidos también hacia el prójimo.

El amor propio es necesario en nuestras vidas, pero es más apremiante servir y amar a otros. No se si ustedes han experimentado el sentir en Cristo, cuando se le tiende la mano a un hermano en apuros o a un amigo en dificultad. No es el mismo sentimiento de satisfacción cuando se recibe, que cuando se da, es mejor dar que recibir.

Amar a los demás, servirles, preocuparnos por los otros, es una conducta que no es natural; es sobrenatural. Esa conducta proviene del Señor Jesucristo y la otorga a quienes han nacido de nuevo, y aun más a aquellos que dejan a Cristo actuar por medio de ellos.

¿Estas tu querida amiga dejando actuar a Cristo a través de tu vida?

¿estás sirviendo y amando a los demás como Dios los ama?

Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.