Continuando con nuestro tema “Diciendo NO a la tentación” hoy veremos “Tentación o prueba” Mateo 4:1-2
La palabra “tentar” o “poner a prueba” tiene dos significados: el primero es “ensayar o probar” y el segundo “inducir al mal”
En este caso el Espíritu Santo ensayó o puso a prueba a Cristo, pero también el diablo trató de seducirlo al mal.
Cuando el Señor Jesucristo fue llevado por el Espíritu al desierto, no lo hizo por uno o dos días. Él estuvo allí por cuarenta días y cuarenta noches, ayunando todo el tiempo.
Ese número cuarenta es muy utilizado en la biblia y me lleva a recordar los 40 años de prueba de Israel en el desierto y su fracaso, lo que como espejo me hace ver claramente mi condición pecaminosa y débil.
Es por lo que podemos decir que los desiertos en la biblia significan momentos difíciles, los cuales tienen mucha relación bien sea con la prueba o la tentación.
La diferencia se halla en algo muy mínimo, y es de parte de quien viene el momento difícil y la reacción del corazón humando ante el evento.
Lo que quiero decir es que cuando los momentos difíciles vienen de parte de Dios es para hacernos crecer en la fe, por lo tanto, se llama prueba; el ejemplo lo tenemos en Santiago 1:2-3
pero cuando el enemigo nos quiere introducir en el mal, entonces, se llama tentación. Cada uno lo hace con una distinta intención y propósito. Santiago 1:13-15
Con todo esto podemos decir, que los momentos difíciles no van a ser esporádicos, ya que estos son tan necesarios en nuestras vidas como lo son la felicidad y la abundancia.
El Señor claramente lo dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Juan 16:33
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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