Debido al glorioso llamamiento del Señor al cual hemos sido enlistadas, debemos nosotras ser consideradas aquí en la tierra dignas de tan alto llamamiento, Para esto Dios con Su gran poder nos capacitara a obedecer cada impulso que nos lleva a hacer el bien, y a llevar a cabo cada tarea emprendida con fe.
Tu como mujer debes comportarte de manera coherente con tu identidad como cristiana, debes vivir a la altura del llamamiento de la salvación con una vida caracterizada por la bondad y obras poderosas de fe.
A lo largo de mi vida he escuchado un Dicho que dice “Haz el bien sin mirar a quien” sin embargo las Sagradas Escrituras lo dicen aun poderosamente mejor “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” Rom 12:21.
La reacción inmediata a la agresión es la revancha o el responder de la misma manera o peor de lo que nos han hecho, sin embargo, querida mujer, el Señor hoy te dice que es mejor sufrir el agravio, que tomar venganza por nuestras propias manos; Y así serás digna representante de él aquí en la tierra.
El mejor ejemplo que tenemos nosotras es nuestro amado Maestro, nuestro Señor Jesucristo, quien, herido y maltratado por sus agresores, solo rogaba al Padre el perdón para ellos.
Querida amiga, hacer el bien es una acción presente constante que se debe manifestar en la vida del genuino creyente.
El que ama a Dios ama la justicia, ama hacer el bien, ama la verdad y siempre va a estar en contra de todo lo que ofende a Dios, de la injusticia y de hacer daño al prójimo.
¡Nunca te canses de hacer el bien!
¿Estas procurando hacer el bien cada día de tu vida?
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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