Querida mujer, quiero dirigirme a ti con especial sentimiento y cariño. Hoy culmina un año mas tanto en tu vida, como en la mía, y antes de que el reloj marque las doce, quiero que reflexionemos en un precioso versículo, que nos ayudara a analizar lo malo y lo bueno de este año vivido.
Salmos 90:12 dice Señor “Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría”
En primer lugar, el acento con el que el salmista pronunciaba este verso era de respeto admiración, pero también temor. Aquí los días hace referencia al tiempo; tiempo que es un regalo que proviene del Dios vivo. Tiempo que se resume en segundos, minutos, horas y días, para transcurrir en años.
Y es el Señor quien te ha permitido vivirlo gracias a su perfecta y amorosa gracia. ¿Le has agradecido por haberte concedido vivir un año más? Si la respuesta es no, ¡hazlo ahora! Esperar no es prudente.
Dios es Todopoderoso y grandioso. ¿Quién puede reverenciarle adecuadamente al considerar la inmensidad de Su omnipotencia?
Ante esta magnitud de conocimiento, debemos valorar cada día de nuestras vidas e invertir cada uno de ellos en obediencia a él, de modo que estos cuenten para algo en la eternidad.
Hoy te invito a que evaluemos el uso del tiempo a la luz de la brevedad de la vida, recuerda que la sabiduría repudia la autonomía y se concentra en la soberanía y revelación del Señor.
Traer al corazón sabiduría no se refiere a una habilidad, técnica o conocimiento. Tampoco alude al poder para controlar, sino a la gracia para someterse.
Un corazón sabio es aquel que discierne los propósitos del Señor y se somete a Su voluntad
Feliz y bendecido año, espero que vivas el próximo en la sabiduría del Señor.
Con amor, Tania M Olsson. Nos veremos en una próxima oportunidad con una reflexión más, aquí en Diario de una mujer cristiana. Bendiciones mil.
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